La muerte humana, como hecho biológico, siguiendo a Laín Entralgo (1984),puede ser considerada como un estado, en el que se produce la cesación definitiva de las funciones que mantienen la vida del sujeto, y, por otra parte, como el instante final del proceso de muerte del moribundo en que definitivamente se extingue la vida. El trance de morir consiste básicamente en lo que podemos observar cuando un organismo agoniza (la denominada “facies hipocrática”) y lo que sucede en su interior. Atendiendo a los cambios biológicos que se producen, se puede establecer que la muerte sucede cuando se lesionan los órganos que constituyen el “trípode vital” (término de Bichat), es decir, el cerebro, el corazón y el pulmón, fallan por apoplejía, síncope o asfixia. De éstos, el último órgano que muere es el corazón y el primero el cerebro. Por otro lado, en un nivel más elemental, la célula nerviosa es la primera en morir y la célula epitelial, la última
La muerte es el término de la vida a causa de la imposibilidad orgánica de sostener el proceso homeostático. Se trata del final del organismo vivo que se había creado a partir de un nacimiento. A raíz de esto muchas personas desarrollan la tanatofobia, lo que se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a la muerte o morir. Como otras fobias, la tanatofobia suele originarse por algún acontecimiento traumático sufrido en la infancia, o bien por un miedo infantil no tratado a tiempo y que termina por desembocar en una fobia. Esta condición puede generar ataques de pánico, por lo que un tratamiento puede llegar a incluir medicamentos para controlar la ansiedad.
Uno de los principales síntomas de la tanatofobia es la preocupación constante con respecto a morir o perder un familiar en un futuro próximo. Pese a que muchas personas experimentan este tipo de miedo sobre una base a corto plazo (como al enfrentarse a una operación quirúrgica), las personas tanatofóbicas pueden encontrarse en perfecto estado de salud pero sostener una preocupación y miedo a la muerte y a la idea de morir.Esta fobia puede llegar a ser tan severa que el trabajo y las relaciones sociales pueden llegar a verse afectadas negativamente si la obsesión con la muerte sigue en aumento.
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